Con la intención de inaugurar la temporada de baño fuimos a uno de nuestros lugares preferidos, donde disfrutar de aguas cristalinas, cero masificación y paz absoluta... Sa Costera.
Desde la solitaria Cala Tuent, y dando un suave paseo llegamos a esta en una hora y media más menos, con la novedad y esperada compañia de Fran, y bajo un cielo a intervalos se sol y nubes que no nos hacía ser muy optimistas.
Al final no hubo baño, no hizo calor suficiente para animarse a mojarse, pero sin duda mereció la pena el llegar hasta allí, porque en un momento de relax, nos aparecieron delante nuestra un grupo de tres delfines nadando a sus anchas. Gran momento, sin duda, y gran frase para recordar la del Sr. Fostella...
Delfines!! ... Tio, delfines!!! Tio...!!