Quedan lejos ya esos días en los que leí por primera vez acerca de las maravillas naturales de las Azores, fascinado me quedé, todo era verde, verdes sutiles, húmedos, extremos... y en mi mente clavé la idea de visitarlas algún día. Pues bien, ahora puedo decir que cuando pisas esas islas y te pierdes por sus paisajes donde se mezclan lagos, volcanes, prados, bosques y acantilados, sientes de verdad que pisas un lugar único y remoto.
He de agradecer enormemente a la mejor compañera de viajes posible, la oportunidad que me ha brindado y que me ha servido para conocer y disfrutar tanto tierras asiáticas, como europeas y en este caso, el también europeo archipiélago de nueve islas volcánicas.
Dado que no disponiamos de muchos días, de las nueve islas solo visitamos tres. En primer lugar surgió el debate de cual sería la primera, Decidimos pues que sería Terceira, seguida de Faial, Pico y otra vez Faial.
He de decir que en un primer momento me tiraba mas la opción de Sao Miguel que la de Terceira, pero por la conexión de los vuelos, que la isla es la mas poblada y visitada, y que no teniamos muchos días... se descarto.
Angra de Heroismo, capital de Terceira y patrimonio de la humanidad sorprende por su sencillez y belleza, sus nobles calles todas adoquinadas, su arquitectura, sus imperios (altares que datan del siglo XVII) y por su tranquilidad.
Una vez ya instalados, cosa que no fue fácil, decidimos ir al único supermercado de la isla para improvisar la cena, y donde curiosamente cosa que nos sorprendió, vendian productos de la marca Continente.
Un lugar donde uno queda completamente fascinado es el Algar do Carvao, cavidad volcánica que hace unos 3000 años aprox durante una erupción formó un cono de unos 100 mts de altura, que no llenándose por completo se enfrió de repente y dejó lugar a una gran caverna. Hay que entrar y bajar hasta el fondo de la misma a contemplar las bóvedas enormes, y la inmensidad del lugar, para imaginar que en ese punto donde uno pisa y observa a su alrededor, en algun momento del pasado había lava hirviendo y la tierra temblaba.
También otro punto de interés es la Gruta do Natal, los canales de lava subterráneos que una vez enfriados han dejado paso a unos túneles huecos de lava dignos también de visita.
Como era de esperar, marcamos en el mapa lugar para hacer senderismo... La Sierra de Santa Bárbara y su ruta de los Misterios Negros. Es una de las rutas más completas que he podido hacer en cuanto al entorno se refiere, solo fueron unas 3 horas de camino, pero el sendero discurría entre prados, bosque, rocas volcánicas muy afiladas, lagunas, vegetación muy tupida digna de la mejor de las selvas... etc. Uno se sentía como un intruso al pasar por los prados y las vacas que allí pastaban plácidamente no te quitaban la vista de encima.
La isla no tiene mas que una playa, pero si dispone de piscinas naturales donde los azorianos pasan el día en familia, también hay infinidad de miradores, la gran mayoría habilitados con sus barbacoas y bancos para que la gente pueda torrar a sus anchas y acampar si lo desea. Ahí me acordé del señor Fostella, y de sus paquetes de panceta...
El tramo mas espectacular en coche fué el que une Biscoitos y Doce Ribeiras, donde una neblina cubrió la carretera y nos llevó a un mirador donde nos deleitamos con una puesta de sol.
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